Comicios de Salamina

Comicios de Salamina
Ahora, el enemigo no son los persas, pero las elecciones del domingo en Grecia se pueden comparar con la batalla naval de Salamina (480 aC), en que una alianza de ciudades griegas se enfrentó a la flota persa y la derrotó, hundiendo su mitad de los 700 barcos.
La victoria griega frustró la invasión persa de Grecia y se considera uno de los enfrentamientos cruciales de la historia, porque permitió la supervivencia de la civilización griega y de la civilización occidental, que una victoria persa habría truncado.
El domingo los griegos no hacen frente a un invasor extranjero, sino a la troika que forman el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo, y deben decidir si se someten a sus exigencias o si contribuyen a la implosión de la la eurozona, provocan la quiebra del euro y hunden su país en una hiperinflación que reduciría su economía a menos de la mitad.
En los comicios griegos no se juega el destino de la civilización, pero sí una implosión económica que podría contagiarse a todo el sur de Europa (incluyendo España e Italia) y tener consecuencias globales, quizás afectando el resultado de las elecciones de noviembre en EEUU.
Unos EEUU que ya han hecho presión para propiciar el rescate europeo de la banca española y que están preocupados por lo que llaman una explosión termonuclear en el sur de Europa.
Los sondeos griegos indican que los partidos favorables a cumplir con las obligaciones europeas (los conservadores de Nueva Dezmocràcia y los socialistas del Pasok) recuperarán la hegemonía y evitarán la fragmentación de las elecciones del 6 de mayo, que ha obligado a celebrar unos nuevos comicios.
Sin embargo, no se pueden descartar las opciones contrarias a Europa (como la de la coalición Syriza) que ponen de relieve el carácter fundamental de los comicios y justifican la comparación con Salamina.